Chapter 55: E-3
Chapter 55: E-3
Extra-3
Contenido 18
Este capítulo puede contener material vulgar, ofensivo y/o explícito.
No me hago responsable por las mentes traumadas.
Pov Jexi
Día de chicas.
Cada último domingo de cada mes es norma general establecida por nuestra primera luna que todas
las mujeres de la casa salgamos a divertirnos a algún lugar remoto. Belongs to (N)ôvel/Drama.Org.
Sin mates, sin hombres, sin preocupaciones, solo nosotras y los lugares espectaculares a los que
tenemos por visitar.
Esta vez le tocó a nuestra querida rubia escoger el lugar y decidió que pasaríamos un día entero en el
yate de la familia. Un día en el que saldríamos a nadar al mar y sobre todo tomar mucho sol con
música tranquila de fondo.
Nuestro único obstáculo, seis chicos dentro del yate en el que planeabamos irnos.
—¡Nosotros no sabíamos que ustedes vendrían a dar un paseo en yate! —el señor Wade le reclama a
la señora Sara quien no le ha dirijido la palabra desde que entramos —Sarita.
—Ni Sarita ni nada, —sacude sus manos efusivamente —si nos viste llegar su deber era irse.
—Ahí si te contradigo, madre —habla el señor Amir quien no ha soltado ni un minuto a Irina de sus
brazos —si nosotros llegamos primero ustedes son las que deberían irse.
—Por mi está bien, yo me voy a otra parte donde tenga más ropa y no solo un bikini puesto —dice la
señora Irina y él la sujeta más en sus brazos impidiendo que esta pueda huir de su lado.
—Yo me hubiese ido y le hubiese dejado el yate a las chicas, esto de los rayos solares no es lo mío —
el pelirrojo menea su cabellera observando atentamente a la hormiga sentada a mi lado.
—Me gusta tu opinión, pero creo que te verías mejor bronceado —la pelinegra baja sus lentes
guiñando y este solo se limita a reír.
Volteo a ver a Kayla quien está más pegada que una lapa de su Neythan y está más que obvio porque
sugirió este lugar. Ella sabía que ellos estarían aquí y no lo quería dejar solo.
La persona a mi lado con cabello ondulado y tez media morena agarra mi brazo con fuerza y volteo a
ver justo donde sus ojos se pierden. El chico de ojos verdes está de espaldas hacia todo el caos sin
importarle mucho, su cadera solo sostiene una pantaloneta y de ahí para arriba quedan expuestos
todos sus músculos.
Tentación pura y dura para Quero.
Aplastó mis labios y alzo las cejas indicándole que guarde la compostura, ella se levanta de la nada
llamando la atención todos incluso la de él quien la ve por encima de sus hombros un tanto curioso.
—Tengo que ir al baño, ¿me acompañas Jex? —y sin decir más nada me arrastra por los lados del
enorme yate hasta estar dentro del mismo. Abanica su rostro —¿ahora que hago? Acepte venir en tus
excursiones solo porque me dijiste que ninguno de ellos estaría, sin embargo todos están y sobre todo
él.
—Yo no sabía que esto pasaría, debí anticiparme, pero es que la que organizó todo fue Kayla.
—¡Por qué no me lo dijiste antes! Kayla es su hermana favorita y ella hace cualquier cosa por él.
—No creo que ella haya tenido esa intención, lo que si creo es que lo haya hecho por estar con
Neythan —me cruzo de brazos —además, es tu oportunidad para demostrarle al chiquillo ese de lo
que se perdió —la empujó fuera —vamos, muéstrale ese cuerpazo que tanto has trabajado con
ejercicios —de la nada la choco con una persona conocida para ella y mi corazón se acelera al no
saber que hacer o decir en esta situación para los dos.
Alzo mis manos inquieta y dejo de formar tanto escándalo cuando miro como ambos se ven
directamente en una batalla campal cargada de sentimientos.
Creo que lo mejor será dejarlos solos.
Retrocedo considerablemente hasta llegar a las escaleras que dan al segundo nivel y subo sin
pensármelo.
Ahora que lo pienso, ¿dónde está mi romeo acosador?
Aspiro el aire siguiendo su tan delicioso aroma y entro a la sala de la segunda planta, al final de la
misma una puerta a la cabina de mando se abre y me asomo a todas partes antes de ir corriendo
hacia mi destino.
Él.
Su brazo me jala nada más pasar y cierra la puerta rápidamente al tenerme en sus brazos —Julieta,
Julieta, has despertado al lobo, Julieta —muerde ligeramente mi cuello y cierro los ojos disfrutando de
su tacto en mi cuerpo —diría que hasta tienes ropa demás —juega con las tiras de la parte inferior de
mi bikini y le doy un manotazo pausando lo que puede llegar a ser más.
Hoy se folla familia.*
—Aquí no, —lo señaló —hay muchísima gente y todos se enterarian.
Remoja sus labios y sonríe viendo hacia otro lugar, retrocede dándome una buena vista de lo que me
estoy perdiendo y regresa al control del yate.
—De acuerdo... Aquí no —se encoje de hombros y me tiende la mano para que me acerque y vea
todo desde un segundo plano.
Aquí adentro nadie te ve por los cristales polarizados, sin embargo tú si puedes ver cada cosa que
están haciendo las personas abajo.
Junto mis cejas —¿Me estabas viendo desde las tinieblas?
Levanta sus cejas y por sus ojos pasa un destello verde —Supongo que más de lo que debería.
—Eres un...
Agarra mis mejillas con una mano apachurrando mis labios —¿soy un qué? —pega sus labios con los
míos y deja un beso fuerte en estos —¿soy un sucio solo por ver lo que es mío con apreciación? —
toda la calor del cuerpo se me sube a las mejillas y no demora ni dos minutos en calentar mi interior
con su intenso mirar.
Que le jodan a todo.
Llevo mis brazos a su espalda atrayendolo a mí y busco sus labios desesperada, sus manos desatan
la parte superior de mi bañador haciendo que este caiga al piso y baja lentamente por las curvas de mi
cuerpo hasta desatar la parte inferior y estar a plena y total disposición de él.
Deja un camino de besos de mi boca hasta mi cuello y sube hasta llegar a mi oído, —date vuelta —
susurra con voz ronca y trago grueso sintiendo el calor intensificarse dentro.
Me giro teniendo una vista espectacular de los demás abajo de nosotros y es como si el hecho de que
nos puedan cachar me exite cada vez que lo piense. Elián alza una de mis piernas dejando todo mi
sexo expuesto, lleva uno de mis brazos para sujetarla y baja sus labios a la marca robandome
pequeños suspiros que acalla con su mano puesta en mi boca.
Sus dedos se deslizan lentamente desde mi mandíbula hasta mis pechos y masajea suave, arqueo la
espalda disfrutando y sintiendo lo duro que está detrás de esos shorts y muerdo mis labios cerrando
los ojos cuando por fin llega a mi chorreante vagina.
—¿Jugamos un ratito? —cuestiona mordiendo suavemente mi oreja y moviendo sus dedos lentamente
mandando oleadas de placer por mi cuerpo.
Junto mis cejas desesperada y niego quejándome, meneo mis caderas encima de su pantalón y
mientras más lo hago el más aumenta el ritmo de sus movimientos dejando mi cuerpo sensible, dejo
caer la pierna al no soportar las punzadas de placer que viajan a mi zona íntima y me aferro a sus
manos en forma de escudo para no dejarme caer al suelo.
Con cuidado me lleva hasta una de las paredes más cercanas y poso mis manos sobre esta, giro la
cabeza por encima de mi hombro viendo como deja caer su pantaloneta verde al suelo y rápido siento
como juega con su duro miembro sobre mi intimidad haciendo que esta se humedezca de fluidos, la
posa en mi entrada y sin previo aviso me llena de una estocada mientras tapa mi boca para callar mis
gemidos.
—Shhh, recuerda que te pueden escuchar abajo —susurra y lleva ambas manos de mis pechos a mi
cintura mientras me penetra con un va y ven que hace temblar mis piernas.
Aplastó los labios y cierro los ojos conteniendo mis quejidos, pero simplemente se me hace imposible
con todo el placer que le está generando a mi cuerpo, él lo nota y lleva una de sus manos nuevamente
a mi boca, esta vez también jala mi cabello haciendo que arquee la espalda y me lleva poco a poco
hasta estar nuevamente en frente de todos.
No puedo más.
Los fluidos corren por el interior de mis piernas y ya empieza a producir un sonido seco con cada
estocada que da Elián contra mí, el corazón se me acelera cuando la mayoría sube la vista
confundidos hasta donde estamos, pero como si nada siguen hablando sin tomarle importancia a lo
que acabaron de escuchar.
El orgasmo empieza a arrasar con todo mi cuerpo temblante y está vez no soy lo suficientemente
fuerte como para acallar todas las cosas sucias que salen por mi boca tapada por él, aprieto mi
intimidad cuando todo se concentra en esa zona sensible y sus gruñidos me parecen lo más sexy que
he escuchado en toda mi vida, Elián da una última estocada fuerte conmigo y siento como llena mi
interior de sus fluidos calientes mezclados con los míos.
Suelto la tensión de mi cuerpo y caigo nuevamente en sus brazos sudados, lentamente y con cuidado
sale de mí, me gira y ambos vemos el desastre del que estamos hechos y que hemos hecho.
Sudados, agitados, despeinados, manchados, con chupones, arañados...
Creo que después de todo nuestra familia se dará cuenta si o si de lo que hicimos.
Por como me llamo Jexi.